Rap Sin Cuenta 2021

Estos temas y discos del rap en español llamaron nuestra atención durante el año que pasó. Escribimos de ellos para celebrarlos.

Santiago Cembrano
Lenguaje Roto

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Ilustración de Gavilán (@gavilan.6 en IG)

A lo que vinimos: mucho rap chimba en 2021. Y aunque estas listas siempre son arbitrarias, injustas e incompletas, hay que hacerlas para darse el tiempo de reflexionar y pensar en cómo estuvo el hip hop latino y de España en el año que pasó. Para hacerlo convoqué a colegas de la región: Julia Álvarez (España), Daniel Caballero (España), Dante Conti (Argentina), Martín Córdova (Ecuador), Feli Dávalos (México), Flor Viva (Argentina) y Agustín Wicki/Lúcuma (Argentina). No alargo más esto porque el artículo está largo, así que larga vida al rap nuestro. A leer y escuchar. Paz.

A2h+ — “Aguanta 3” (prod. El Cholo)

A2H tiene un par de cosas para decirle a Guillermo Lasso en Aguanta 3. El Cholo & Kamada no se guardan nada en un tema que lleva el sello de El Decibel en todos lados. En un país de tibios, es grato ver a dos MCs que siguen luchando contra-corriente y que no temen decir lo que una gran parte del país piensa. Es en la denuncia política donde A2H encuentra (en mi opinión) el mejor terreno para explorar sus ideas. La rabia de El Cholo se siente cuando señala la hipocreseía de las clases altas soibre temas morales, y Kamada no teme decirle a las cosas por su nombre. El complemento de esta dupla siempre ha sido musical: la contraposición de sus estilos y voces es de los puntos fuertes de A2H, pero cuando dialogan sobre los problemas que vivimos, logran un nivel de conexión que le da a sus canciones la potencia justa para que el mensaje sea contundente. — — Martín Córdova

ACRU

Todos los años tenemos propuestas originales y sorprendentes por parte de “la suela del norte”. Este 2021 no fue la excepción. Su primer bombazo del año fue en marzo: “DHARMA” es un tema cargado de barras enclavadas en la realidad artística y personal de Acru, que recorren sus perspectivas y su filosofía de trabajo a lo largo de su carrera. Junto con su videoclip, grabado en la Patagonia, logran un producto final verdaderamente único y que responde a la fuerte identidad local del perfil de este MC, que siempre va al frente orgulloso de sus influencias y sus raíces.

Por otro lado, los dos siguientes lanzamientos de Acru fueron en colaboración con otros artistas, y ambos tienen en común al productor Veeyam, que tuvo un 2021 bisagra en más de un sentido. “Cual Hay” fue el single que hilaron de la mano de Urbanse, referente de la escena under bonaerense, un tema que muy claramente está teñido de la identidad sónica de los tres artistas. También junto a Veeyam, entre agosto y octubre, lanzaron a cuentagotas el proyecto neurálgico de su año: YANTAZ, una trilogía de canciones fuertemente complementadas por sus videoclips, que fueron lanzadas en principio de forma separada, pero que siempre fueron presentadas como partes de un todo. Ese todo, YANTAZ, contiene varios niveles de narrativas y de estilos instrumentales combinados, todo entretejido a partir del talento lírico de Acru, que un año más se posiciona en el selecto grupo de los nombres excepcionales del rap nacional. — Flor Viva

Alcolirykoz — Aranjuez

Tras diez años de una discografía consagratoria, Alcolyrikoz vuelve uno de los leit-motifs de su carrera en el eje principal de un disco. En Aranjuez los pioneros colombianos le rinden tributo una vez más a su barrio, pero esta vez desde un todo. Hablar de Aranjuez ya no es algo meramente descriptivo (“Paredes decoradas con grafittis del Sem / Lomas empinadas que se asoman, vengan a ver”) o anecdótico, sino que es la forma en la que Gambeta y Kaztro ven la vida hoy en día. Hablar de Aranjuez para AZ es hablar de cómo tratan a sus fans, de su relación con el dinero y el éxito, de la familia y su importancia, y de tantas cosas más que no caben en un disco. Aranjuez como disco es también Alcolirykoz en su mejor versión: punchlines hilarantes, barras inteligentes, beats dinámicos y sorprendentes, todo mientras Gambeta y Kaztro se turnan para contar anécdotas y compartir lo que aprendieron creciendo en su barrio. — — Martín Córdova

Alemán — Huracán

¿El rapero más importante de México sacó el disco más importante de su carrera? Huracán es uno de los discos importantes de la música popular en español, no importa el género. El nivel de producción, la atención al detalle, las colaboraciones, el concepto general del álbum, todo cae en su lugar espléndidamente, como libros en la biblioteca de Hogwarts. Y aunque es la misma vaina, todo se siente más sofisticado. Su disco anterior, Eclipse (2018), reinó supremo un par de años y “Rucón” y “Tantas veces” son temas clave del rap en español actual. A la par que dio pie a su serie Humo en la trampa, mierda mixtapera relajada como casa en la playa, el originario de Cabo San Lokos trabajó obsesivamente en Huracán. El resultado es una obra redonda, con rimas y coros en punto, identidad y habilidad artística, honestidad y relevancia en los temas que trata, y una visión súper clara de quién es y qué busca en este momento de su carrera. El juego de colabos es abrumador: Snoop Dogg, Cypress Hill, Sick Jacken, (además de la producción de Scott Storch en “El mexicano”, con ese increíble beat tipo “Mask Off” de Future); pero también Babo, Junior H, Rels B, Kidd Keo (hay un track grabado con Nicki Nicole que no llegó a la versión final); y luego Santa Fe Klan, Elote el Bárbaro, Adán Cruz, Yung Sarria y sospechosos comunes de Homegrown. Está blindado. Los beats en casi todo álbum son de alto calibre, casi todos de Phul King Fu, el más reciente integrante de Homegrown, pero también hay de Bobby Bass y de Fntxy, incluso DJ Muggs en la colabo de Cypress. Y claro, Lolita Ayala como hilo conductor del disco, es la cereza del pastel. — — Feli Dávalos

Antony Z — Mandela

Ha sido uno de los rookies del año en España y 2022 apunta a ser el año de su consagración. Se atisba difícil pensar que un talento como el de Antony Z haya podido estar a la sombra durante tanto tiempo, sin embargo casos como el suyo ocurren en más ocasiones de las que deberían. El lanzamiento de “El Rifle” daba el pistoletazo de salida a una batería de singles que ha recopilado a final de año en Mandela, un EP que condensa la sensibilidad y el exquisito tacto musical que caracterizan al de Granada. Antony Z es de esos artistas que parece que todo lo que tocan se convierte en oro. A la delicadeza de sus letras, incapaces de dejar indiferente a nadie que las escuche, se une que el artista es capaz de clavarlas a la perfección no solo cuando rapea, también cuando entona unas melodías que, en cierto modo, se han convertido ya en una seña de identidad. Decía Mandela que después de escalar una montaña uno solo encuentra que hay muchas más colinas por subir. Y en ese punto está él, en la cima de su primera montaña observando todas aquellas que, no dudo, irá coronando con el paso del tiempo en un futuro que augura ser de lo más prometedor para Antony Z. — — Julia Álvarez

La Banda Bastön — “Hago Ruido”

El grupo decano del rap mexa, después de Etcé7era (2019), se vio obligado a hacer lo que la mitad de la fuerza económicamente activa del sur global: diversificar su marca. En un arranque de genialidad solo característico de La Baja’s finest, el dúo inauguró Nollarollis Stollrollis, el podcast número uno de Ciudad Constitución y nuestro muy propio Drink Champs, ese espacio seguro para todos los Niños Gordos Morenos. Aunque mientras escribo esto preparan un nuevo disco, en 2021 solo sacaron “Hago Ruido” como tema oficial del dúo, otra cátedra de rap con alto valor de replay. Las baterías del Dr. Zupreeme gobiernan supremas en el beat cholero de “Hago Ruido”, de esas instrumentales al dente para musicalizar balazos en Narcos México temporada 4 (holler!); y la arrolladora maestría lírica del alcalde de Punch Line City se pasea por el ritmo como ninfa del bosque, que por donde camina hace que nazcan flores raperas. El video de Tino de la Huerta y su productora Kids le da el toque maestro a la entrega: puros motivos propios de la realidad mexa gen z: adolescentes torturados y armas largas a plena luz del día en el barrio. Así nomás, compa. — — Feli Dávalos

Bejo & Cookin Soul — Tripi Hapa

El estilo de Bejo es controversial y su gusto es azaroso: si no lo conocés, las chances de que te guste son las mismas que de que no. Quiero decir: hay un 50% de probabilidades de que te quedes enganchado con esa irreconocible voz canaria para escuchar lo que tiene para ofrecerte y otro 50% de que no lo vuelvas a escuchar ni de rebote. Lo que sí es indiscutible es el talento que tiene para impresionar (ya lo hizo en su Bizarrap Music Session). En Tripi Hapa (qué nombre podría ponerle si no era ese), Bejo se abraza con Cookin Soul, el squad de productores valencianos que captaron al 100% la esencia funkrap del canario, y trae de vuelta al game a Mucho Muchacho y a Juan Solo, dos rappers de culto que llegan a esta pieza discográfica con la dosis de punchlines que le faltaba. “Siempre escupo las rimas sin perder la guagua”, dice MuchoMu. “Pinté colores cuando todos eran monocromo, monotema”, agrega Juan Solo en “Cincuenta estrellas Michelín”. Knock out! — — Dante Conti

Bexer Big Bastard y Zaeg — Benzo92

Como en cualquier otra esquina del subterráneo rapero global, los drumless mafioso raps han comenzado a reproducirse en México. En un año con pocos discos enteros, Benzo92 es uno de los oasis más generosos del Sahara. El junte entre Zaeg y Bexer es, en sus palabras, “10 tracks que te harán sentir en una Tarantino movie sh*t”. Zaeg es un beatmaker parte de No Hype Records, un proyecto de rap serio desde Tabasco, en el sur del país, con artistas como Logan Hate (su fundador) o No Gimmicks. Y Bexer es parte del Rapzodia Squad, desde Tampico en el norte, uno de los crews serios de México, con años en el game y artistas como Elf Coleman o Michael Krueger. Benzo92 es lo que pasa cuando estudiosos de la mierda experimentan con sus astrolabios malandros como monjes benedictinos drogadictos. Física cuántica amateur; el lenguaje nocturno de las esquinas; compas y nubes de humo; cámara lenta y trompos. Ey, ya sabías. — — Feli Dávalos

Big Mic & The ClassRoom — God’s an Elegant Gangster

El movimiento renacentista del rap neoyorquino más sucio de los 90 lleva varios años fermentando en distintas naciones latinas, siendo Colombia la más leal a ese sentimiento. En 2021 el disco más allegado a este folklore no viene de Medellín ni Bogotá, sino de Barranquilla, la costa norte. Ese es God’s an Elegant Gangster de Big Mic, adepto practicante de las bondades del drumless y el mafioso rap.

El rapero, beatmaker y cofundador del colectivo The ClassRoom mantuvo un perfil bajo mientras estudiaba la ciencia detrás de Kool G Rap, Griselda y más bastiones del lado oscuro de la Costa Este de USA. Esa preparación lo llevó a ser candidato a MVP para 2021. En enero fue la salida de su ópera prima solista y en los meses que siguieron participó en los EP Detroit “Bad Boys” Pistons Returns, Playin’ 4 Keepz y El Reportaje.

God’s an Elegant Gangster nuclea versos de supervivencia en un ambiente de crimen organizado y loops de paz inquietantes, como los minutos previos a los tiroteos del western. Lo de Big Mic es storytelling de primera en secuencias de vivir para contarlo estando en el barrio, en un lugar y momento que podrían no ser los indicados. Se puede ser presa y predador con consecuencias de las más gloriosas a las más cruentas, como lo cuenta en “Carta al Cielo”, “No estoy seguro de querer que lleve mi sangre mi hijo”.

“Jugamos para mantenerlo, entendimos el mensaje y lo transmitimos para nuestros contemporáneos y las futuras generaciones, sabemos cómo hacerlo y eso hicimos, no es un juego, es un modo de vida y lo llevamos con respeto” son los estoicos principios de The Classroom. — — Agustín Wicki

Cheb Ruben — El Mal Beber

Es otra vez, es otra vez. Dos años después de su último álbum, regresó el padre de la pena con El Mal Beber. Título, por cierto, que le viene como anillo al dedo en un trabajo donde una vez más — que no significa que sea repetitivo — Cheb Ruben tiende la mano a sus demonios y a los cráteres del corazón y expulsa por la boca el pus del alma tortuosamente enamorada. Ala vez, vomita una honesta amargura y se zambulle en el negro color del dolor con instrumentales producidas por Sceno y SHN.

“Que hay veces que no puedo levantarme de la cama y otras que no puedo separarme de la barra” — “Tu Dices”

— — Daniel Caballero

Cruz Cafuné — “Nmout 3lik”

Hay canciones que, si no resumen, sí que concentran como un tarro aromático algunas de las esencias de un artista. En este caso, — y bajo una contundente producción a tres manos de Lex Luthorz, Ellegas y El Secreto — por aquí chorrea de forma tajante el elevado carisma de Cruz Cafuné. Gota a gota, frase a frase, Cruzzi martillea a los indecentes, manda saludos a alguna que otra nena y se muestra seguro de sí mismo con la misma serenidad del que come pipas sentado en el banco de la plaza. Una plaza que, perfectamente, podría ser la del videoclip que acompaña al tema y cuya puesta en escena es formidable: una calada a un porro, media vuelta, una camiseta que reza ‘¡Sahara libre!’ y listo para soltar fogonazos por la boca. Compromiso y carácter.

“Si la vibra es débil, no te fíes, hierbón, huele queso a brie”

PD: En Hassania, un dialecto procedente del árabe, ‘Nmout 3lik’ significa una intensa expresión de amor, algo así como “Te quiero a morir”.

— — Daniel Caballero

Dano

Su travesía a lo largo de este año es una prueba más de las importantes e influyentes latitudes por las que Dano lleva ya tiempo orbitando en el universo del hip hop en español. Fíjense bien. Empezó su periplo este 2021 invitado por Soukin para colaborar en “En el spot”, un tema cargado de aquellos códigos que sacan esa sonrisita al entenderlos a la primera (“Aunque me siento más como un joven Dre / Montando Death Row / justo después de NWA”). La segunda parada de este año la protagoniza junto a su escudero Elio Toffana en “Carlos Sainz”, pero más que una parada, curiosamente es un vertiginoso acelerón — haciendo honor al título — de ego y vivencias.

Después llegaba el turno de “Barras y Bloques”, tema perteneciente al último álbum de Sule B, y donde despliega — otra vez junto a Elio — además de algunos guiños al género, ese tipo de frases que te hacen parar el tema, asimilarlas y suspirar (“Me llaman papi / no les paso la mensualidad”).

Prosigue el viaje con su cuarta colaboración del año “Outlaws”, una absolutamente estelar y donde, perdónenme, no hace falta que explique mucho: Dheformer, N-Wise y el propio Dano en una misma canción. Uno de los montes Rushmore del rap en español esculpido instrumentalmente por Manu Beats, Ciclo y Sceno.

Sus dos últimas balas de 2021 estuvieron alojadas en cartuchos canarios: por un lado “Double Trouble / Moviendo los hilos” con Bejo y “2 Segundos” junto a Cruz Cafuné. El primero, que en realidad consta de dos temas en uno, es un magnético contraste entre el rap más clásico y otro más estético con ese aderezo jazzístico en el beat. Y el segundo con Cruzzi es una exhibición de lucimiento y satisfacción por recoger los frutos del trabajo bien hecho. Dano brilla, y Mécèn junto a él. Esperamos el nuevo álbum…

“Vinimos a cambiar el game y todos se rieron, ahora bebemos Perrier, Versace el cenicero” — “2 Segundos”

— — Daniel Caballero

Derechos Reservados — La Quinta Pata del Pescado

A diez años de Laberinto, Matiah Chinaski y Mantoi a.k.a Nosecuenta lanzaron por sorpresa su segundo álbum como dupla. Aquel primero había sido un lujo para fanáticos del estilo abstracto de Mente Sabia Crú y artistas tangenciales, esa escuela que renovó el rap chileno por aquellos años y hasta la actualidad sigue refrescándolo.

La Quinta Pata del Pescado es tan simpáticamente estrafalario como su título. Los beats, de influencia jazzera, neoyorquina y local también, tienen ese sabor casero ideal para estas dos rara avis. Picardía criolla, imaginario colorido y lo contrario a la megalomanía es gran parte de la esencia de este álbum y de ambos escritores, cuyas líricas oscilan entre las figuras de rapero y cantautor. Sus principios liberales educan egotriperos incurables y raperos imitadores. Mantoi lo expone claro en “Cerrado por Reparaciones”: “En tres palabras:/Son demasiado bacanes/El dolor que te hace humano/el miedo que te pone alerta/ cuéntame, hermano/algo que te de vergüenza”.

Por su naturaleza Matiah y Mantoi deciden no prometer, pero sí cumplir. — — Agustín Wicki

Dillom — POST MORTEM

Si escuchas POST MORTEM, nunca creerías que Dillom tuvo una vez la BZRP Session más dislikeada de todas. “Esto es trap lo tuyo es basura”, decía en ese entonces sobre un beat metálico vistiendo una camiseta del Arsenal. De ahí a sacar uno de los discos argentinos más interesantes del año hubo un proceso de madurez que se siente en toda la obra. Nunca lo habíamos visto escribir tan bien; sus intenciones con las metáforas son más claras, las imágenes que pinta son más reales, pero sigue siendo el humorista de siempre. Por supuesto, POST MORTEM, no es un disco estrictamente de rap (ni de trap, en ese sentido), pero “Piso 13” (¿Dillom en modo competi?) es probablemente el tema que más resuene entre los más ortodoxos. En su totalidad, desde el concepto, los skits/interludios, su tapa, y demás detalles, Dillom ha logrado construir uno de los universos sonoros más importantes del año, que nos dará de qué hablar por largo rato en el 2022 y que nos obliga a prestarle atención. — — Martín Córdova

Easy-S — PARIS TAPES

Se fueron a París en busca de nuevos aires que les inspiraran y lo han conseguido. Easy-S y J Moods llevaron este año el rap en español a otro nivel con PARIS TAPES, uno de los trabajos más potentes que se han publicado en España a lo largo de estos meses. Un disco que es un punto de ruptura y un punto de partida. Un trabajo que abre nuevos horizontes no solo a Easy-S y J Moods, sino a aquellos artistas que sienten la necesidad de subir escalones para superarse cada vez que se enfrentan a un nuevo trabajo. Con marcadas influencias de Kanye y Jay Z el disco brilla por una calidad musical a la que acompaña la destreza de Easy-S, quien ha decidido probarse también en este proyecto con bastante tino. PARIS TAPES es un disco que necesitábamos, probablemente sin ser conscientes de ello. Un trabajo por el que hay que dar las gracias a nivel general ya que es de esos que son absolutamente imprescindibles para seguir rompiendo techo. ¿Quién dijo miedo? — — Julia Álvarez

Eladio Carrión — “Sauce Boy Freestyle 4”

Tres discos, numerosas colaboraciones y una nominación a los Grammy por su álbum Monarca han confirmado lo que todos sospechábamos a principios de año: que este 2021 iba a ser el momento de Eladio Carrión. Un año que ha finalizado entregando a sus fans el que posiblemente sea el mejor disco de su carrera, Sauce Boyz 2, y en el que ha tenido momentos para demostrar que la mejor versión de Eladio sale a flote siempre cuando rapea, de ahí que por encima de todo el artista se haya considerado siempre rapero. Fiel a su saga de freestyles, Eladio nos brindó este año una vuelta a sus orígenes en “Sauce Boy Freestyle 4”, un tema que deja patente una vez más por qué es considerado por muchos como el rey del punchline. La forma de fluir de Eladio, junto a unas letras bien afiladas en las que no duda en sumarse a la moda imperante este 2021 de cuestionar a aquellos raperos que no escriben sus propias letras (“¿Cómo te vas a llamar rapero si te escriben?”), hacen vislumbrar que, a partir de ahora, va a ser difícil no tener en cuenta su nombre cuando hablemos de los artistas más destacados del género. No podemos negar que este año Eladio ha trabajado más que nadie para conseguirlo. — — Julia Álvarez

Elio Toffana — Serie 5

Todo en Serie 5 es sinónimo de calidad. El modelo de BMW que da nombre al álbum y su puntapié inicial (opening track del año para el rap hispano) simbolizan precisamente la sofisticación de esta música como vehículo para recorrer el pasado y presente de Elio. Club rap, trap, UK drill (“Sube y Mueve”) y hasta pop rap con toque de afrobeats (“Algo Grande”) se suman a las tradiciones neoyorquina y francesa de hip hop a las que Elio siempre se ha suscrito. Los ritmos puestos por Dano, Lex Luthorz, Mayo, Oddliquor, Oldtape, Manu Beats y Lowkey se intercalan por una asociación libre sustentada en la calidad individual de cada tema.

Elio celebra su carrera como artista consagrado y revisita todos los caminos que atravesó. Pasa por su dura infancia (“Mi familia trabajaba en una lavandería/Pero algunas marcas no se borran ni con lejía”), alegrías juveniles (“A los 22 premio Goya, ¿y tú nos miras mal?”) y despedidas que lo marcaron (“Tengo fotos en la mesilla con colegas muertos/Con un porrito los visito, ese es mi aeropuerto”). Precariedad y muerte llenan sus versos más tremendos, como “La Siempreviva”, e incluso todo cierra como un sentido homenaje al legendario Jotamayúscula, faro del hip hop en Madrid; sin embargo la sensación que deja el álbum es de triunfo.

En el Serie 5 además caben varios acompañantes, se apadrina a jóvenes referentes como Recycled J, La Albany, Ergo Pro y Replik, y también se reconoce a dueños de trayectorias consolidadas como Jonas Sanche, Israel B, su camarada Dano y el cantante anti-flamenco Niño de Elche. Todos a función de la mayor prioridad: hacer temazos. Premisa cumplida con éxito, especialmente en bangers como “Sangro”, “Sube y Mueve”, “Serie 5” y “Squad”: pruebas recientes de porque Ziontifik, Acqua Toffana y Mécèn Ent. son la santa trinidad del rap madrileño. — — Agustín Wicki

Enjoy Canoa y DJ PLM — Armecaso

Desde Sevilla, una de las cunas del rap español, Enjoy Canoa y el productor DJ PLM dieron un mazazo encima de la mesa con el lanzamiento de su primer álbum conjunto titulado Armecaso. Cocinado en el barrio de Pino Montano — el mismo al que pertenece otra leyenda como el Zatu de SFDK — la dupla se ha consolidado como una de las parejas más fructíferas de 2021 con un proyecto impetuoso en su fondo, que reúne personalidad y energía a borbotones, además de una mordiente lírica tan propia que les ha servido para tirar la puerta abajo y ganarse un respetado hueco dentro del género. Muestra de ello es el elenco de peso que hay en las colaboraciones: Toteking, Shotta, Hide Tyson, C Terrible, Pedro LaDroga y Sokez.

“Esto es Sevilla, de noche sale humo de alcantarilla” — “Taco Taco”

— — Daniel Caballero

Foyone — “Rap Sin Corte L”

Histórico. Esa es la palabra que más se repitió cuando Foyone publicaba en noviembre su esperado “Rap Sin Corte L”, y sin duda alguna la más acertada para definir lo que se ha convertido ya en uno de los grandes momentos que nos ha dejado a lo largo de su historia el rap español. No había mejor manera de celebrar los diez años y cincuenta entregas de uno de los proyectos más celebrados de Foyone. En esta une fuerzas junto a numerosos compañeros en una canción que es una demostración del talento y la fuerza que tiene el rap en español. Al increíble verso de Elio Toffana, uno de los más destacados del tema, se unen los de Kase-O, Ptazeta, Ayax, Spok Sponha, Cráneo, Bejo, Easy-S, Moneo, Fernandocosta, Laüra Bonsai, Dollar Selmouni, Prok, Sofia Gabanna, ToteKing, Felina Vallejo y Recycled J. Artistas de diferentes generaciones, de distintos estilos, que han sabido proyectar esa unión de la que tanto alardeaba siempre el rap y que brillaba hasta ahora por su ausencia en numerosas ocasiones. Gracias infinitas a Foyone por encender nuestro cerebro y conseguir lo que pretendía, que nos reventara. Estoy segura que a partir de ahora nada será igual. — — Julia Álvarez

Gloosito

Gloosito empezó a lanzar música de forma continua recién en 2020 y para el 21 ya aparece entre los novicios más prometedores de España. En esta temporada lanzó cuatro EP y ya alcanzó un reconocimiento especial dentro del hip hop por parte de referentes como Dano, Kaydi Cain y Yung Beef (incluso ya colaboró con estos últimos dos).

¿Qué destaca a SuperGloo en una escena tan competitiva? Ser un mayorista de frescura y la principal sucursal del Detroit Trap en territorio hispanoparlante, un subgénero autóctono de midwest estadounidense que se caracteriza por hihats velocistas, rapeadas que rozan lo offbeat, sentido del humor centennial y mayor foco en las barras que el general del trap contemporáneo.

El madrileño justamente domina las cualidades de este estilo forjado por artistas como Baby Smoove y los ShittyBoyz. A su vez, de la mano de Baby Pantera, OldPurp, Gese Da O y otros productores con los que trabaja, también se influencia de algunas novedades del mundo trapero como lo son el plugg y el slime. Hace tracks cortos pero adictivos, congeniando rimas que parecen simples, pero suelen incluir esdrújulas y multisilábicas, con líneas de lo más divertidas, del tipo de “Soy el Doctor Maligno, cada día nuevos mini-yo’s” y “Primo está enfermo, el pobre tiene Perckinson”. — — Agustín Wicki

Hammu Nation — Space Hammu

El primer álbum conjunto de uno de los grupos punteros en los últimos años es el colofón al arduo pero preciado y fértil camino recorrido. Un proyecto bañado en la fortaleza, un oteo a las penurias pasadas, a las raíces del colectivo y de sus miembros, pero, sobre todo, un trabajo que está cimentado en el orgullo por lo vivido. La celebración explosiva de una trayectoria en un álbum grabado íntegramente en cinco noches de alcohol y estupefacientes. Especial protagonismo para Saske y la alquimia musical que brinda J Moods en el apartado de la producción. La nave vuela alto por el cosmos.

“Salimos de abajo como las insignias del Rolls Royce” — ‘Welcome to my hell’

— — Daniel Caballero

Hide Tyson x Sokez x Trozos DE Groove — Dragones y parroquias de barrios

Rap agónico, ese que raspa la garganta y que nace directamente en la combustión de las emociones, allí donde todo todavía irrita: así me gusta describir tanto su estilo como este último álbum lanzado por Dolores y Mazmorras, el grupo formado por el malagueño Hide Tyson, su hermano de sangre Sokez y el productor Trozos de Groove. Letras que son postales de la crudeza diaria, ojos que han visto cosas que se quedan tatuadas en las pupilas. Para todos los que viven el día a día haciendo zig-zag por el barrio y ganarse unas monedas. Para todos los que, en definitiva, les ha tocado partir en la carrera de la vida desde su cara humilde pero oscura.

“Centros penitenciarios llenos de ángeles sin alas
No hay tiempo para ser felices, estamos a pico y pala
los bloques están tristes porque han visto nuestras caras”
— ‘Llegará’

— — Daniel Caballero

Hoke & Louis Amoeba — “Medallones”

Un tema bastó para convertir a Hoke en uno de los raperos to-look-after en el 2021 para mi. “Medallones” (que anticipaba un disco que tenía que salir este mes y se pospuso para enero) sintetiza muy bien al MC español: juegos de palabras, barras inteligentes y dobles sentidos le pintan una sonrisa cada dos barras a quien escucha y nos hacen lamentar el retraso del LP de Hoke. Su particular timbre de voz le podrá generar detractores, pero lo que nadie puede cuestionar son sus habilidades para escribir y rapear. Las métricas son otro punto alto de Hoke, su musicalidad no pasa desapercibida y tiene un estilo de rima parecida, por ejemplo, a la del freestyler madrileño Bnet. Además de una colaboración en el disco de Tote, Hoke ha dejado hambrientos de más a sus fans, quienes esperan (esperamos) desde ya el festín que vendrá en enero. — — Martín Córdova

Ill Pekeño — Av. Rafaela Ybarra

El 2021 le sirvió a Ill Pekeño para demostrar que no era solamente el sidekick que acompañaba a Ergro Pro en algunas de sus gemas. Con Av. Rafaela Ybarra, Peke sigue tendiendo lazos con Bobby Nigeria, la guest star de este EP, y traza seis canciones llenas de códigos barriales y barras (¡pero las de verdad!). Ya desde el nombre nos lo avisa: esto es para la gente de la capital española, pero, como (casi) todo, el arte también es consumible para extranjeros y, por qué no, también hecho por ellos. En este caso, el argentino Mir Nicolás cruza el charco y se pone la camiseta de productor para “341 Lords”, donde Israel B, tal vez el prospecto más interesante de España, regala unas rimas picantes. En Av. Rafaela Ybarra, tanto Pekeño como Ergo Pro bajan de un plumazo las fantasías y ensueños primermundistas (“Mi vieja se desloma por un sueldo que lo veis y es broma”) acompañado por beats que engloban lo más rapero de 2021 a nivel hispanohablante. — — Dante Conti

Israel B

¿Se acuerdan del artista que colabora en “Tranquilísimo”, ese track donde C. Tangana dice “… y el que está sentado soy yo comiendo Cheetos Pandilla”? Ese es Israel B, que hace ya un tiempo viene dejando en claro que está muy en forma: tanto en colaboraciones (“341 Lords” de Ill Pekeño, “Me Mudé a Madrid”, de Delaossa, “Pétalos Doblados”, de Dano) como en sus propios temas hizo buena letra y demostró que está para cosas grandes. Y ahí está el problema de quien es, en mi opinión, uno de los pilares del futuro del rap en España: todavía no llegaron esas cosas grandes. Los números y el talento van por ese camino, claro, pero aún le falta eso que todo músico quiere, a pesar de que la cultura snack que impera hoy (singles, videoclips, reels, tweets… lo inmediato) va en contra de ello: un álbum consagratorio. En Islas, el álbum que sacó este año y que lleva su firma, da pruebas de que puede ser tanto autor de tracks para bailar en la disco como canciones para enchufarte en los auriculares y salir a caminar moviendo el cuello. Pero, pero, pero, es justamente en esa búsqueda por mostrarse versátil (hay drills, reggaetón, trap) que se pierde un poco lo que puede hacer de verdad y no necesariamente encorsetándose en lo estrictamente relacionado al rap, sino en encontrar una identidad dentro del mundillo. En 2022, probablemente, Israel B será capaz de encontrarse. — — Dante Conti

Juli Giuliani — Summer Never Ends

El último disco del rapero con base barcelonesa Juli Giuliani es una especie de bioma en sí mismo. En su título anuncia lo que contiene, como una etiqueta frontal acertada: un verano sónico. Logra que cada track incluido en este cautivante álbum tenga su forma particular de representar las vibras que pretende extender a partir de sus rimas y sus beats. Con participaciones y producciones de talentosos artistas como BIG MENU, Mabreezee, Dano y Jay Calabria, el disco podría ser un collage de estilos diferentes y aún así funcionar, pero de alguna forma el hilo conductor se mantiene intacto, en un microclima que equilibra la admiración de sonidos de las últimas tres décadas del siglo pasado y una visión futurista muy fresca. El ancla musical de Juli Giuliani fue lanzada en este proyecto en un territorio que evidencia ser aún muy virgen y explorable en el campo del rap en español, con una firme mirada hacia el funk, el R&B y el chill-hop. El resultado es un LP diverso y coherente con una interesante atención al detalle en lo instrumental que no falla. — — Flor Viva

Kharma

Desde el segundo cypher del sello canario Díceselo! RAPS, Kharma se convirtió en promesa de las Islas. La niña demonio hace rato estaba lista para romperla, incluso lo había demostrado en uno de esos temas sueltos inolvidables del 2020, “Cómeme el Coño, en colaboración con Niño Maldito, su productor, un maestro del horrorcore y la mitad de Me Cago en Tu Padre. Sin embargo fue este año en el cual la productividad se puso a la altura de sus habilidades.

Lanzó varios singles entre los que destacan el par de reggaetones mutantes, “Habitación 122” y “Madlib Perreando” con el compatriota Cruz Cafuné, además de cuatro adelantos de una placa que se viene en dúo con la beatmaker Spinnheli. También publicó el trabajo más completo de su breve discografía, el EP Fasto, íntegramente producido por 1789 (Niño Maldito). Seis cortes con beats modernos donde ella dispara de forma certera con la actitud feroz que la caracteriza. El primer gran paso de una carrera que tiene grandes caudales de expansión a futuro. Denle la bienvenida a la fastuosa. — — Agustín Wicki

Latex Diamond & Sholo Truth — PLAN C

Lo bueno, si se repite, es dos veces bueno. Tan simple y complejo como eso es el lanzamiento de PLAN C, la secuela del año. El dúo que hace catorce años publicó Plan B, el álbum por excelencia de G-Funk en español, volvió para continuar la saga. Y lo que más gusto da es que volvió al 100%.

Sholo Truth es un maestro de los artilugios del rap californiano y los manipula para una serie de 12 beats dignos de la mejor época de la West Coast. A pesar de que no hace tanto despliegue de talkbox como en la entrega anterior, sigue demostrando porque es el elegido de la descendencia P-Funk en la Península Ibérica. Latex Diamond hace gala de su estilo de la escuela española de quienes empezaron en los 90, sólido y clásico, mientras declara sobre la actualidad del mundo, el hip hop y su vida amorosa. Con la cantidad justa de groove y carisma los dos veteranos hicieron otro plan infalible. — — Agustín Wicki

Lil Supa x Ríal Guawankó x Nastykillah — Ritual The Mix Tape

La triada de excelentes artistas que forman los venezolanos que representan a YoYoDOJO transitó el año lanzando a cuentagotas excelentes bocados en formato single que ya anunciaban el estilo que iban a mostrar posteriormente en este LP bautizado Ritual The Mixtape. Las instrumentales de este trabajo son lo primero para resaltar: desde una perspectiva muy propia del 2021, los beats del álbum se entierran en un culto a cierto boom bap de fin de la década de 1990 que es más que interesante, combinado en todos los casos con ingredientes, como samples y sonidos envolventes, más pertenecientes a la década actual. Y, particularmente, a cierto sector del rap venezolano de los últimos años, contando con experiencias de estos tres artistas, y especialmente del enorme referente del hip hop que es Lil Supa, como faro.
Los toques de gracia de colaboraciones de otros raperos latinos como su compatriota Willie DeVille, el chileno Jonas Sanche, o el dominicano Original Juan, solo aportan pequeñas sorpresas que alimentan el espíritu colectivo y de colaboración de este álbum. A pesar de que tanto Lil Supa como Nastykillah y Ríal Guawankó son artistas ya reconocidos y consagrados, este mixtape demuestra desde sus letras, su ángulo de ataque musical, y la lucidez con la que mezclan todos sus elementos, que la vigencia de cada uno de ellos está más que presente. Un perfecto ejemplo de la toma de influencias y la impresión de aquellas en contenido original, leal a sus estilos, y sin miedo a recorrer rincones poco visitados. — — Flor Viva

Mantequilloso

Dedos de Mantequilla es uno de los beatmakers destacados de México. Originario de Puebla, su estilo súper propio son atmósferas granulosas y melancolía o sordidez en los samples. Después de varios años, ha dejado una huella reconocible con temas y discos para raperos como Dracksman, THR Cru2 o Primero Company; además de un par de instrumentales en el catálogo de MDE Click: “Superenfermo” de N-Wise Allah y “Espera” de todo el colectivo. En 2021, soltó dos discos y una beat-tape. Junto a Drvgs sacó Low Battery, una pastillita de ocho tracks como Prozac y gin tonics, donde el MC de Monterrey (y parte de THR Cru2), devanea como jaguar recién comido a través de las instrumentales. La beat-tape Mantequilla reúne instrumentales donde ya habían grabado versos. Y el plato fuerte es Shaolin Cats (Side A). El formato de Disco de beatmaker con feats es caprichoso, pero bien ejecutado, es clave. Mantequilloso reunió a varios de los más interesantes raperos del subterráneo actual y entregó medicina tradicional china en una película de Jet Li. Las canciones son diversas entre sí: “Grape Juice” con Spvce Problems es un paseo en tu nave espacial; “One Inch Punch” con Primero Company y MSECO son negocios regulares en la esquina; “Miedo” con Ace Hitter es una pesadilla de Freddie; y “Vacaciones en Taipei” con Blanco Pikete es la cama deshecha en un hotel boutique. El resto de las rolas funciona en tonos similares, con el mismo Mantequilloso entregando dos versos bajo su aka de MC: Guadalupe Veneno, y versos de Dracksman, Ace Hitter, Mime871, Bexer, Pablo Plata y Ofensor. En la nueva tradición de mierda drumless, Shaolin Cats (Side A) mantiene los más altos estándares de la ética y estética subterráneas. — — Feli Dávalos

MDE Click — “Amor Gitano” (prod. Dohnaire)

Empiezo con un relato personal. Este tema lo escuché por primera vez en el aeropuerto JFK de Nueva York en una madrugada de julio. Cuando acabó, lo repetí. Luego le di play de nuevo. Después, lo volví a poner. Hay algo hipnótico en “Amor gitano”, una capa de niebla seductora de la que es difícil salir. Puede que esto tenga que ver con el beat de Dohnaire, con notas fantasmagóricas que retumban como un piano viejo en un castillo abandonado y son acentuadas por baterías precisas, levemente apagadas, como si vinieran de detrás de la pared. A esa hipnosis contribuye Ihon con su rapeo sereno, una sucesión de imágenes encriptadas que tienen nostalgia (“Los días se repiten diferente y tú tan lejos”) y ciencia urbana (“Semáforos, malabares, el gitano de los Kleenex, nunca rendirse”), para dejar un sabor añejo en la boca, como si vinieran de siglos atrás, sin dejar de sentirse vigentes. A la hipnosis, finalmente, aporta N-Wise Allah con un rapeo exquisito que mezcla disparos con rosas y que refuerza, una vez más, su estatus como Hall of Famer del rap en español. Desde la entrada (“Juego con ese booty, no al Call of Duty”) atrapa, y luego sigue con barra tras barra como si estuviera alentando en el estadio; de todas, destaco la que reafirma su misión: “Una vida como esta hay que contarla, primo, ¿qué esperabas?”. Mientras escribo esto ya escuché el track diez veces más: imposible salir de esta casa embrujada. — — Santiago Cembrano

N.Hardem — Verdor

N. Hardem es uno de los artistas de rap más talentosos del panorama latinoamericano, y sin dudas es una de las piezas fundamentales del hip hop colombiano. En 2021, su forma de tejer arte y su perfil contracultural tuvieron un admirable auge en Verdor. Como el dotado poeta que ha demostrado ser, este álbum de trece partes le hace justicia a su pluma. Un escalón por encima de otros trabajos, esta vez parecemos oír a un N. Hardem más cercano, más dispuesto a mostrarse humanamente detrás de sus versos. Todo esto, además, con colaboraciones que son una impecable compañía para el rap del bogotano, como es el caso de su hermano Pablo Watusi, Gambeta, Mismo Perro, Briela Ojeda, y productores como El Arkeólogo y AvenRec. Casi la totalidad de las canciones en este LP tienen una lírica que fluye como agua de una canilla, tanto en como resuena la voz y la dicción del rapero, como en la coherencia y el tren de pensamiento con el que guía la escucha. Con los sensacionales aportes que acercan samples y detalles musicales elegantes, sin duda se posiciona como uno de los discos del año si de rap en español se trata. — — Flor Viva

Nico Miseria — Tercer Verano del Amor

Por si la portada del álbum, su título y el de sus canciones dejaban alguna duda, Nico Miseria confirmó mediante sus redes sociales que Tercer Verano del Amor, su más reciente trabajo discográfico, estaba dedicado a una persona en especial y que, por supuesto, el hilo conceptual iba a ser el afecto entre dos personas. De ahí, claro, durante más de un año de trabajo, Nico surfeó por bajos y altos que lo llevaron a que los ritmos, las letras y los featurings nos dieran sabores distintos. Entre temas trappy con la voz pasada por un autotune milagroso y beats bien raperos, pasan una lista de jugadores clave: Gese Da O, Ill Pekeño (“Cinco años con hierros en la boca, me río de esos grillz”), Varoner, SIMONA, Las Ninyas del Corro, Ébano y Jonas Sanche, que dentro de cada una de sus esferas vienen haciéndose hueco hace rato y acá no le pusieron pausa a su envión. — — Dante Conti

Las Ninyas Del Corro — ONNA BUGEISHA

Este año Las Ninyas Del Corro pisaron fuerte y por partida doble. #SKIT2020 fue lo primero que presentó este año la dupla de raperas Felinna Vallejo y Laüra Bonsai, a la vez que significó el primer conjunto de temas que presentaron despegándose del patrón de los singles que venían ejerciendo. Este primer EP desplegó una atrapante atmósfera en sus 4 tracks, que ya habíamos conocido en partida individual, de alguna forma unificándolos. Pero luego de este lanzamiento de rimas y ritmos de gran calibre, las artistas españolas anunciaron la apertura de una nueva etapa en su antología a partir de la presentación del tema que funcionó a modo de ‘foreshadow’ para lo que es su primer álbum de estudio: “ONNA BUGEISHA”. Con presencia de figuras talentosas como Duku y Erick Hervé, y la mano en la producción de productores como Sceno, Blasfem, y tantos más, el disco es un trabajo que logra reflejar de forma leal las personalidades y búsquedas artísticas de ambas raperas. Además, el universo oriental con el que hace contacto en lo lírico a partir de las referencias a las mujeres samuráis del Japón que le dan el nombre al álbum se lleva de una forma entretenida y se une de manera muy limpia con su lectura y accionar dentro del hip hop. Este álbum viene a abrir una etapa para L.N.D.C. pero también a demostrar su elegante capacidad de generar trabajos completos, complejos y de gran altura. — — Flor Viva

Noiseferatu & Zábaz — Funkferatu

Este fue un junte inesperado, hecho en las sombras porque ambos habitan mejor el margen oscuro que el centro iluminado por todos los focos. Las disquisiciones eruditas y vulgares de Noiseferatu encontraron su hogar perfecto en los ritmos de boom bap de Zábaz. Funkferatu — nombre que combina el del rapero con Funkdealer, el seudónimo del productor — muestra a un Noiseferatu críptico, ácido y lúcido como siempre, pero con cierta madurez añadida por los años y el paso del tiempo. En “Thin Line” rapea sobre sus miedos y considera a los que lo esperan mientras se emborracha (“No tengo vida pa’ botarla en tragos / Ya fueron suficientes los estragos que causé en vos”). En “No Sleep” ilustra el cambio que ha vivido: “Percepción cínica narro, de beats farro / No como en el pasado con guaro / Y montañas de colas de garro, sin saldo”. Aun así, no hay una única temática en este álbum. Sobre los beats formalistas de Funkdealer, el rapero también conocido como Rapiphero trae una nueva edición de su serie Riddimandpoetry, una reflexión cínica y acertada sobre la colombianidad (“De las entrañas de una montaña, no represento ningún trapo / El de por acá es verdiblanco / Quizá por dos productos que en ollas se venden tanto”, rapea en “Hechos Reales”) y un torrente sin fin de refexiones irreprimibles e inclasificables. No faltaban más pruebas, pero Noiseferatu se confirma como un escritor genial, hilando ponches que conforman un laberinto semántico, uno que es tan placentero como retador de recorrer. Al final, lo que más impacta es cuando baja la guardia un poco, más que nunca antes. En “Tarde” sentencia: “Aprovechar mi tiempo no es aliciente. Hasta que pienso en cómo te quiero y en la muerte, ma”. — — Santiago Cembrano

No Rules Clan

El Clan Sin Reglas cuida bien sus balas, pero cuando tira apunta siempre a la frente: no hay disparos a los pies. En 2021, los envigadeños se aliaron con el productor paisa AvenRec para sacar dos temazos. “Crystal/Machete”, por un lado, fue el regreso en solitario de Anyone/Cualkiera luego de cuatro años. Su genio tosco también se manifiesta en su rapeo: seco y sin arandelas, con convicción impertérrita de su camino: “Mido mis palabras casi como mido pasos / Así disfruté victorias, aprendí más del fracaso”. Justo antes de acabar el año, No Rules volvió con “Garrafa”, un nuevo sencillo de su próximo álbum El Puente, el segundo luego de “El Camión de la Basura” con N-Wise Allah. Esta vez el invitado fue Primo Profit, desde Boston, y el resultado fue un tema cantinero de rimas cortopunzantes. Anyone se mueve con seguridad por el barrio y la pista, deja lecciones del asfalto: “Por aquí pocos caminan y no es por el calor / Las vidas tienen precio pues las armas dan valor”. El tema lo cierra Sison Beats con ronca elegancia para lanzar barbaridades de lujo: “Más tenis que Pete Sampras / No puedes con la cabra / La maestra me alza la mano pa’ pedirme la palabra”. “Garrafa” es un retrato decembrino de NRS, entre chorro por montones y drogas que no acaban, y les da el regalo perfecto a los que esperan ansiosos el nuevo disco (entre ellos, quien escribe). Súmale a esto las colaboraciones de Anyone y Sison en Kuntanawa de Ignorancia Sofisticada y RLX y el resultado no podrá mostrar otra cosa que un 100% de campo para este par en los últimos doce meses. — — Santiago Cembrano

Oleas — Jerga y Miseria

El hip hop es un género poco desarrollado en el Ecuador. Hay referentes claros, pero los proyectos incipientes son difíciles de encontrar, a veces, incluso, por simple falta de promoción más que falta de nuevos talentos. Por eso Oleas es interesante y por eso emociona Jerga y Miseria, un trabajo corto y conciso donde el MC guayaquileño despliega todos sus dotes. Los temas del disco tienen muy presente la cadencia que caracteriza al rapero guayaco: flow sabroso y con remate pesado al final de cada barra para hacer énfasis, muy de la escuela de El Cholo y A2H+. Los beats, sencillos y directos, terminan de cerrar un disco que puede ser la joya del hip hop ecuatoriano este año. — — Martín Córdova

Original Juan — Dominican Gang Star

Juan es un maestro del tiempo. Es su clave para la buena vida y la buena música. A cinco años de su disco anterior, el clásico Dominican Most Wanted, vuelve sin presiones, a sabiendas de que la consistencia lo hace más grande que la constancia. Desde su primer material brillan su presencia despreocupada y su sabiduría de felino viejo, virtudes que con el paso de los años se han engrosado. Su paciencia es tal que empezó a rapear en los 90s en Zaragoza, pero su álbum debut es recién de 2013. En cada verso pone los aprendizajes de hip hop, agricultura y vida en el barrio que adquirió en cada experiencia, siempre con la gracia de quien lo hace parecer fácil.

El dominicano tiene uno de los estilos más pulidos del rap hispano gracias al peso que le da a cada palabra con su tono de voz relajado y su genio para las pausas. Juan rapea como si estuviera simplemente hablando, una técnica que evita la monotonía gracias a su conciencia de los silencios. Como si él solo no fuera suficiente, tiene la pareja perfecta: Gordo del Funk.

Juan y Gordo siempre sacan lo mejor de sí y eso también incluye a Dominican Gang Star, tercer LP del MC. El título ilustra perfecto su linaje rapero entre Brooklyn y Santo Domingo, al que homenajea de forma explícita o implícita en cada línea. Vivencias y consejos de calle, sexo, raps y autocultivo se encuentran serigrafeados entre chops de vientos, guitarras, bajos y baterías de las épocas acústicas y analógicas que conforman algunos de los mejores collages del Gordo del Funk. La misma fórmula de antaño con resultados nuevos de lo más efectivos. Hip hop serio, hip hop adulto o, simplemente, hip hop. — — Agustín Wicki

Primero Company —México Hardcore

Primero Company es la única obsesión que generé en el rap mexicano este año. Aunque los conocí en 2020, no presté la atención debida; y sus discos Nadie mejor que nadie, ¿Quién más que los ñeros? y Sin Ton ni Son’(este último producido por Dedos de Mantequilla), todos del año pasado, son el manantial de agua fresca que necesitaba para apagar mi sed de rap hardcore. Primero Company son originarios de Ecatepec, Estado de México, percibido como uno de los municipios más golpeados de Latinoamérica y un lugar de identidad arraigada; el dato es relevante porque en cada gesto del grupo hay una intención de plasmar este origen, como ellos mismos lo conciben, ñero. Robb Candela y Proa son los MCs principales, Doped Mind el beatmaker y tercer MC (como Sickman) y Charly EfeX el encargado de lo visual.

En septiembre pusieron en Bandcamp su disco 2021: México Hardcore, el cual solo se puede escuchar si pagas la cuota y, hasta ahora, no está en ninguna otra plataforma, aunque al menos cuatro de las canciones incluidas ya están en YouTube. El sencillo y única canción pública en el perfil de bandcamp del disco es “La Borrega”, uno de los temas protagónicos del rap en español para el 2021 (en el slang mexicano, aborregarse es ser fumador pasivo de mariguana: la borrega es la peste, pues, que genera un porro); sin embargo, México Hardcore es redondo como entrega, y tiene increíbles colabos, entre las que destaca una conexión con Wu Tang: Kinetic 9 de Killarmy en el track “Contratiempo”; aunque la de Bizor en “Sombras” sea mi favorita. (También participan iQlover de West Gold en “De Costa a Costa” y Aryez y Charlot en “Llegaré”).

Hay dos características de Primero Company, presentes en su entrega 2021, que quiero resaltar: la primera es que la máxima “mantenlo real” es tan rigurosa en su obra, que pone en crisis el concepto; difícilmente se puede mantener ese nivel de hiperrealismo, y tiene la consecuencia, además, de dejar en ese rubro tan rapero, mal parados a los otros. La otra, e íntimamente relacionada, es una habilidad deslumbrante (en particular Proa) para construir un discurso rapero exclusivamente a partir de frases y dichos del habla popular del centro de México. Primero Company tiene todo para ser el futuro del rap mexa. — — Feli Dávalos

Ríal Guawankó — Otro Día Más

Ríal Guawakó le dijó adios a su natal Los Teques en 2016 y se mudó a Ciudad de México. Tras un par de años, migró a Bogotá. Ese es el eje de Otro Día Más, un álbum corajudo con la migración como columna, con notas de determinación y superación así como de introspección. Frente al sonido clásico de su debut, el segundo larga duración del rapero venezolano mezcla el boom bap con sintetizadores y samples ochenteros. Una canción como “Lucha X las Lucas” cristaliza el ethos del disco: “Seguir en mi tierra como quisiera / Pero nos tocó migrar buscando libertad financiera / Con la familia en el pensamiento aquí y donde fuera / Y una desconocida melancolía de compañera / A veces no estoy claro ni a qué día estoy / Pero no pierdo la noción de por qué vine y lo que soy / Además, añadiré el refrán pa’l día de hoy: ‘Pásame mi plata, don’t fuck with me boy’”, rapea. Lo hace como si fuera un arte marcial, golpes de aire secos y terminantes. Como migrante, asumió la disciplina como camino (“…”), un antídoto frente al desarraigo que queda de irse del país, la misma experiencia que han vivido millones de venezolanos durante el siglo XXI. Por eso, este álbum personal retumba de forma colectiva, puede ser la voz de todo un país que no baja la cabeza: continúa forjando su camino a pulso. — — Santiago Cembrano

Sáez ’93

Quien venga siguiendo el recorrido del rapero y artista integral que es Saez ’93 no estará sorprendido con que su nombre aparezca en listas que reconocen a lo mejor del hip hop en español, especialmente después de un año de tanto trabajo. Sin embargo, para quienes no lo conozcan, es un momento espectacular para adentrarse en su prolífica obra dentro del género. Este año es, posiblemente, el más rico para el charrúa en cuanto a calidad, ya que ha ametrallado a la escena con balas de rap de las que no ha errado ninguna. El 2021 lo ha encontrado presentando dos álbumes: “DIPLOMACIA”, un nuevo trabajo junto al español Franco Carter, y R.O.E., con la producción de Bishop One.

El carácter de Sáez como letrista es muy particular, muy individual: es reconocible en ciertas curvas estilísticas y argumentales que le pertenecen y que lo hacen un actor fundamental en el rap sudamericano underground. Tiene la capacidad, muy notoria en ambos discos, de mapear una cantidad de temáticas y referencias de entretejido local del Cono Sur con cierta compleja sencillez, y de darles una esencia y un cuerpo de un rap suave en lo sonoro, todo a partir de formas atractivas de fluir y un gran criterio a la hora de elegir con qué instrumentales y productores trabajar. Los mensajes que regala en ambos lanzamientos, así como su invaluable complementariedad con Bishop One en R.O.E. son motivo suficiente para que más oídos apunten al rap uruguayo y a este artista que con su arte demuestra un increíble talento. — — Flor Viva

Saje Kamada

Saje, la mitad de Kamada y uno de los más importantes abanderados del underground argentino, tuvo un 2021 con lanzamientos que marcaron una bisagra en su recorrido y que produjeron una interesante alquimia en su repertorio: encontró la forma de combinar un quiebre con el ángulo y perfil de sus previos lanzamientos, pero sin dejar de estar fuertemente atado a su personalidad como liricista y como artista completo.

En el mes de mayo vio la luz Aura, un EP de tres partes que tiene firmes raíces en un espíritu antisistema y en el rescate de lo autóctono. Raíces que, además, son nutridas por el fértil abrazo del rapero a nuevas reflexiones e instrumentales con resonantes cuerdas. El imaginario propuesto por Saje en este proyecto incluye muchas pinceladas de localidad, algunas notorias y otras más bien sutiles, que hacen que el trabajo sea único y que implique una experiencia sonora completa, circular, y equilibrada.

En conjunto con el productor Veeyam, además, nos regalaron en el mes de octubre el single “REQUIEM”, que corona este momento de apertura de puertas a nuevos y originales rincones del arte de Saje, y que, con la potencia que le agrega su complemento audiovisual, acaba por ser uno de los tracks que en la importante carrera de ambos exhibe una indiscutible madurez musical. — — Flor Viva

SD Kong — Alla Prima

Tiene sentido que el español SD Kong nombre un álbum como aquella técnica de pintura en la que la obra se termina a la primera, mientras todavía está fresca. Digo que tiene sentido porque este disco vive en la intersección entre rap y arte: su visión estética se expresa en las referencias de alta cultura y buena vida que utiliza y en cómo cada verso es un brochazo que se suma sobre otro para completar el fresco. No hay en Alla Prima una temática unificada. Lo que hay es cuidado de la técnica a la hora de rimar, imágenes forjadas con palabras precisas y susurros extravagantes. Y eso basta y sobra. En su segundo álbum como solista, SD Kong despliega toda su visión sonora y artística del rap: esa es la obra que pinta sin que se seque. Y con todos estos elementos se narra: es él mismo y su mundo lo que queda en la pintura final. Para hacerlo se reúne con los que son. Si estás sintonizado con el rap actual, nombres como Camoflauge Monk, Nicholas Craven, Sonnyjim y Willie The Kid hablan por sí solos, además de connacionales estelares como Ill Pekeño, DJ Swet y su socio Hábil Harry. Pero impresionan más los beats que el mismo Kong elabora: loops bellísimos cortados como si fueran seda persa, que le dan un mundo propio a sus rapeos y elevan la experiencia estética de escuchar Alla Prima. — — Santiago Cembrano

Sipo One — “El Cantante” (prod. Faruz Feet)

Sipo es uno de los arquitectos del subterráneo mexa. Su leyenda comienza como el gran antagonista de Batalla de Gallos pre parón (2006–2008), el batallero intimidante de la época y posible creador del estilo en tu cara y regañón del freestyle mexicano (cf. Aczino, Lobo Estepario). En 2014 inauguró (junto a otros) la liga de batallas escritas Línea 16, que ha dejado su huella en el circuito internacional; en un periodo como de cinco años Sipo se enfrentó contra casi todos los MCs relevantes del país, tanto en Línea 16 como en otras ligas (SPIT MX, Colisevm, Velorio, etc.). Estos logros lo vuelven uno de los más constantes e importantes batalleros que ha dado México. Pero una característica esencial de este padre de familia y mítico microbusero de la gran ciudad es haber sido el primer MC con un legado que no tenía grabaciones. Hasta ahora. Desde el año pasado ha sacado algunos temas como parte del supergrupo Capital Gang, con Achepe y T-Killa: “Semilla”, “Alfombra Roja” y “Hood Fellas” ; también “Vuelta a la página”, el junte con Never Die (Eptos y Mike Díaz). En estas canciones Sipo ha mejorado una fórmula efectiva de rabia callejera y barras sofisticadas, hasta que finalmente sacó su primer tema en solitario “El cantante”, sobre un beat de Faruz Feet. “El cantante”, en honor a una de las figuras míticas de la música latina, es un tema redondo que a partes iguales desborda realidad, corazón y destreza verbal: La voz de Sipo es una antorcha de tristeza en un mundo devastado de origen, donde pareciera que cada vez es más difícil distinguir entre vivos y muertos. El video cortesía de Kuervo Films también es un increíble retrato de la Ciudad de México, crudo y honesto pero sin perder la mirada cálida. “El cantante” es un himno, un clásico instantáneo. Y que sea “la primera” canción de Sipo es… simplemente hermoso. — — Feli Dávalos

Socio x Brapis x Misterweed — Socio X Brapis X Misterweed

El productor y beatmaker Misterweed trazó en conjunto con Socio una alianza entre los sonidos del hip hop de la ciudad de Mar del Plata y el rap santafecino de Brapis, figura ya más que relevante del underground argento. Los dos raperos habían previamente presentado uno de los temas como single, “Charles Papi”; sin embargo, este EP, con su intro, outro, y tres tracks de cuerpo, llegó como compartimento para aquello, le dio un contexto estético que cuaja perfecta y armónicamente. En este compacto pero completo lanzamiento, nos proveen de una envolvente estética que va del abrazo al drumless hasta el boom bap clásico, y que, enredados entre sus golpes, nos hace oír instrumentos de cuerda utilizados de maneras por momentos innovadoras y por momentos clásicas. La mano de Misterweed en las instrumentales es definitivamente delicada y atinada, y en combinación con los espesos flows sobre los que Brapis y Socio hacen deslizar versos con aroma sureño, este EP se vuelve un breve pero acertado highlight del año para el hip hop del Cono Sur. — Flor Viva

Solok.Os — “ALL BARS PT. II” (prod. comma dee)

Para empezar, Solok.OS dice que se siente mal por ti o por ustedes. Probablemente le habla a su competencia, a quien dude de él o al que reciba las balas de la letra que escupe sobre un beat amenazante con baterías rotundas de comma dee. Solok.OS, creo que catalán y creo que de 22 años, abre su boca y de ella fluye un río, una corriente de barras, una sobre otra. Es un flujo libre que pasa por su lealtad (“No worries, no me preocupo por ningún chivato / Conocedores de delitos, pero no delato”), el peso de las expectativas (“Tanta gente que espera de mí / Qué pena decir que estoy fuera de sí / En el próximo beat me mato”) y el impacto que su arte tendrá hacia el futuro (“Sé que no entenderán esto hasta que esté enterrado”). Pero, más allá de las citas, destaca de “ALL BARS PT. 2” un it factor innegable, ese algo que atrapa al que lo escucha, con su spanglish, su deliver contundente que enfatiza cada sílaba y su estilo clásico que no cierra la puerta a estilos contemporáneos. Junto con canciones como “Overthinking” y “Big Boy Talk” , el 2021 de Solok.Os no solo es promesa de un futuro fructífero sino prueba de un presente vibrante. Lo dice mejor él en esta canción: “Tenía cosas que decir y aún va pa rato”. Acá estaremos atentos, entonces.

— — Santiago Cembrano

Soui Uno — Refugio

Soui Uno es una de las caras más prominentes de la nueva generación del hip hop argentino, autóctona de la década de los 20 y aplicada al nuevo grimy sound de New York. Refugio es su álbum debut y su ascenso de promesa a referente local. Sus atmósferas sombrías y baterías inquebrantables que hacen sacudir la cabeza lo hacen ideal para admiradores de la cruzada de Griselda tanto como tradicionalistas del boom bap de siempre.

El disco funciona como un refugio y a la vez exorcismo para la drogadicción y trastornos alimenticios. Su voz y rimas filosas mantienen la atención del escucha compás a compás, soltando punchlines y dando pistas sobre los derroteros que la hicieron ser quien es. En cada línea que clava la rapera bonaerense se para firme frente a los demonios del pasado y a quienes le fallaron. Soui vino por todo.

“Até mi cuerpo con algún trastorno de alimentación
Llorando suplica que pare con la canción
¿Cómo le explico al que no vive sintiendo el dolor
que si lo escribo es porque el rivo me hizo mierda el corazón?”

— — Agustín Wicki

T&K

T&K empezó el 2021 en Lucille, un austero bar ubicado en el barrio porteño de Palermo, y presentando su álbum 29 junto a Mir Nicolás y lo terminó dando a conocer Frío Espero, uno de sus mejores trabajos, y La Fianza, un EP junto a Núcleo a.k.a. TintaSucia, y en Obras Sanitarias, un venue icónico para la música argentina. Lo que hay para decir de este rapero de la Zona Sur de Buenos Aires ya lo dice él mismo encima de los escenarios y a través de su discografía, porque T&K es ese rapero que hay que ver en vivo para disfrutar de la experiencia completa de su música. Su voz, sus letras, UZL a.k.a. faceta de productor y las conexiones que hace con sus pares es lo que hacen que sea uno de los artistas más importantes que salieron de este rebufo noventero que vive la escena en Argentina y que lo ha hecho colaborar con los artistas que quiso. Al que no lo pueda ver en vivo y en directo sobre un escenario, quédese con una de sus barras más recientes para entender de qué va su obra: “Sigo la calaca: nunca le pesó la casaca a la piel de un sudaca”. — — Dante Conti

ToteKing — THE KINGTAPE

Seguir en el juego después de tantos años y entrar al terreno una vez más por la puerta grande no es algo que esté al alcance de cualquiera. ToteKing regresaba este año con THE KINGTAPE, un disco del que ya nos había adelantado más de la mitad del trabajo a través de sencillos lanzados en los últimos años, lo que en cierto modo ha jugado en contra del disco. Algo que sin embargo no desmerece la calidad de la que hace gala siempre el sevillano. Pocos tienen las barras y las tablas de ToteKing, un tipo que cuando agarra el micro se aventura prácticamente incontestable. Mientras canciones como “Bumaye” dejan patente por qué sigue siendo el rey, otras como “The Lox” junto a Ergo Pro e Ill Pekeño, uno de los grandes temas del disco, vuelven a dejar constancia de la inquietud del sevillano por dar voz y lugar a nuevas generaciones, una lección de la que deberían aprender muchos compañeros de profesión. Quizá no sea el mejor disco de Tote pero sí uno de los más destacados de su discografía. Un trabajo atemporal cuya vigencia, como viene siendo habitual en sus discos, dificilmente será borrada por el paso del tiempo. — — Julia Álvarez

Wk — Trópico de Cáncer II

Hay una medida en la que no tengo la distancia suficiente para saber si este disco es de los mejores del año. Pero hay otra en la que tengo las herramientas, empíricas y emocionales, para colocarlo aquí. El disco es impecable: top lofi beats melancólicos junto a raps sencillos sobre sentimientos profundos y cotidianidad, hecho con atención al detalle y a partes iguales sensible, divertido y serio. Además, rapea y canta y suena bien SIN usar Auto-Tune. Por si fuera poco, todo es obra de Roberto: los beats, los raps, la mezcla. Pero si no tienes el contexto, tal vez no es tan, no voy a decir bueno, pero sí relevante. Roberto Antonio, alias Wk (pronúncialo Doble V K), autonombrado el Bukowski de Campeche, falleció por covid en junio del 2021. Trópico de Cancer II salió un mes antes. La noticia de su muerte fue un knock-out para la escena (pasó días después de la muerte de otro pilar del rap mexa, igual por Covid, El Grave). Nos pusieron muy tristes a todos ambas muertes. Roberto llevaba al menos un par de años trabajando en este disco. Como su nombre lo indica, es una segunda parte; en este caso, de uno de los clásicos indiscutibles del under nacional: Trópico de Cancer salió en 2012 y fue el disco con el que se dio a conocer Wk. Al igual que en el primero, en la segunda parte su corazón es el protagonista: la característica primordial de la música de Roberto es ser un evento transformador. Y la única forma de lograr eso es tener bien ejercitado ese músculo tan difícil de entrenar: mostrarse vulnerable en los tracks. Wk era el mejor para eso, lo que hace que esta sea el tipo de música con el que se generan relaciones súper íntimas, por el nivel de honestidad y desnudez que puso siempre. Son esas canciones que le han salvado la vida a muchas personas, y se las cuelgan como escapularios. Es ese artista al que las personas recurren en el momento más difícil de su vida. Y no puedo pensar en un honor más grande para un rapero. Trópico de Cáncer II es el último capítulo de uno de los catálogos más importantes que dio el rap mexa y, aunque se apagó, siempre iluminará nuestras vidas. — — Feli Dávalos

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Santiago Cembrano
Lenguaje Roto

Autor de ‘La Época del Rap de Acá’ y ‘Normas Rappa’ // Antropólogo. Escribo de rap, música y cultura.